Nuevos vientos para Paraguay y Portugal
La primera visita oficial de un Presidente paraguayo a Portugal expone ante la opinión pública un vínculo histórico poco conocido que en los últimos diez años se ha incrementado de manera extraordinaria y cuyos efectos pueden ser fecundos siempre que exista un marco de respeto a los principios del orden democrático internacional.
La historia que une
Los vínculos de Paraguay con Portugal tienen larga y fecunda historia que se caracterizan por ser continuas sin ser cercanas. Según la leyenda el portugués Aleixo García, fue el primer explorador europeo en territorio paraguayo, el Dictador José Gaspar Rodríguez de Francia y Doña Juana Pabla Carrillo fueron descendientes de portugueses.
Las relaciones diplomáticas se iniciaron en 1846, el Reino de Portugal fue uno de los primeros estados europeos en reconocer al Paraguay su condición de estado independiente. La permanencia de un Cónsul portugués en la capital paraguaya durante toda la guerra de la triple alianza (1864-1870), demostró la importancia de estos vínculos.
En 1878, se firmó el primer Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, en 1999 se amplían los acuerdos que facilitan la circulación de personas y en el 2000 se habilitó una Representación Diplomática en Lisboa. El avance cualitativo de los vínculos estatales se produce en el año 2009, con la decisión del Presidente Fernando Lugo en designar al primer embajador residente en Portugal.
Cabe destacar que aumentó el intercambio cultural y diplomático entre ambas naciones, con la presencia de numerosas delegaciones de artistas, intelectuales, funcionarios, diplomáticos y empresarios paraguayos en las celebraciones del bicentenario de la Independencia del Paraguay en Lisboa y otras ciudades.
En pocos años, aumentaron las exportaciones paraguayas de maíz, soja, carbón vegetal y carne, en tanto que Portugal aumento sus exportaciones de cemento, componentes electrónicos, aceites, vinos y maquinaria agrícola. También aumentó la participación de empresas portuguesas en los concursos de obras públicas así como en la transferencia de tecnología y maquinarias.
Esta relación tiene un potencial de gran dimensión, si se considera que en territorio paraguayo habitan aproximadamente 350 mil brasileños y descendientes que se comunican en portugués a la par que en guaraní y castellano, lo que facilitaría nuevos y mejores vínculos.
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Photo by Leticia Chamorro / CC BY 2.0
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